Tratamiento térmico del acero: cualidades y tipologías

A la hora de trabajar con acero es fundamental tener conocimientos sobre los diferentes tratamientos térmicos que existen del material, de sus cualidades, beneficios y tipologías. En SEBIR, como expertos en la transformación del acero, queremos recordar las diferentes aplicaciones de estos diferentes procesos y cómo afectarán a nuestro producto.

 

¿Qué es el tratamiento térmico del acero?

Antes de continuar, cabe destacar qué entendemos por tratamientos térmicos del acero. Estos son diferentes procedimientos que buscan cambiar las características mecánicas de determinadas piezas y aceros a través de la aplicación de temperaturas que afectan la estructura y constitución del material.

Para garantizar el éxito de cualquier tratamiento térmico del acero se debe realizar un estudio previo del material para conocer sus propiedades, características y descubrir cómo afectará este proceso a nuestra piezas. 

 

Variedad y finalidades del tratamiento en la industria

Con cada tratamiento térmico del acero se trata de obtener determinadas propiedades y aplicaciones para las piezas trabajadas. En función de la finalidad con la que realizamos estos procedimientos elegiremos diferentes tratamientos para así conseguir nuestro objetivo, por lo que podemos encontrar varios procesos de transformación del material. 

Los principales motivos de los tratamientos térmicos del acero son la necesidad de lograr cambios en sus características mecánicas. Las dos propiedades que más se interesa modificar a través de estos procedimientos son la dureza o la flexibilidad.

Podemos relacionar cada tratamiento con la característica que modifica. 

 

Tratamientos térmicos del acero para aplicar mayor dureza

El templado es el tratamiento más adecuado a la hora de conseguir una mayor dureza en nuestra pieza de acero. 

Este proceso se divide en dos partes. En la primera fase calentamos el material a altas temperaturas, para posteriormente, someterlo a un enfriamiento de gran velocidad. De esta forma modificamos su aleación y conseguimos acero más duro.

Para garantizar la completa dureza del material, tras el templado se suele realizar otro procedimiento llamado revenido. Este proceso provoca que el acero se vea expuesto a temperaturas que superan su punto de transformación, sin llegar a pasar de los 150º.

El revenido es empleado para lograr una mayor resistencia y dureza de las piezas. 

 

El recocido globular, para aceros más flexibles

Entre los diferentes tratamientos térmicos del acero, el recocido globular es ideal para conseguir piezas de acero con mayor flexibilidad. A través de la homogénea aplicación de calor, se alcanza una alta ductilidad y plasticidad del producto, preparándolo para posteriores procesos gracias a su excelente deformabilidad

 

El Normalizado del acero para piezas que necesitan volver  su estado normal

Que una pieza vuelva a su “estado normal” implica la eliminación de elementos como la tensión interna y una distribución uniforme. Este tratamiento térmico del acero es ideal para piezas que han sido expuestas a procedimientos erróneos o que no han conseguido el resultado esperado. 

El normalizado se realiza como proceso anterior al templado o al revenido. 

Si quieres conocer más acerca de los diferentes tratamientos térmicos del acero, en SEBIR tenemos más de 50 años de experiencia en procesos de transformación del acero. Contacta con nosotros